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ECUADOR NOS DEJA CON LOS CRESPOS HECHOS

La apertura de las fronteras será por fases y se dará prioridad al transporte internacional

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El presidente de Ecuador Guillermo Lasso, en alocución nacional, dio a conocer las medidas que tomó su gobierno ante el descubrimiento de la variante Omicrón, de la Covid-19.

  1. Prohibición de ingreso al Ecuador a quienes tengan punto de origen, escala o tránsito en una lista de países de África que será socializada por el Ministerio de Salud.
  2. Apertura de frontera con Colombia será por fases. Primero serán los transportes internacionales con mercadería.
  3. Todos los viajeros nacionales y extranjeros que lleguen a Ecuador necesitan presentar su esquema de vacunación completo, más una prueba PCR con al menos 72 horas de validez.
  4. Para los niños y adolescentes entre 2 y 16 años deberán presentar una prueba PCR negativa hecha hasta 72 horas antes del embarque al Ecuador.
  5. Si entre los viajeros hay un caso sospechoso se realizará una prueba PCR. En caso de ser positiva habrá aislamiento de 14 días.

Estas medidas, más allá de lo literal, lo que dan a entender es que el gobierno de Ecuador, con base en el pánico mundial generado por la variante Omicrón de Covid 19, echó para atrás los anuncios hechos al lado del presidente de Colombia, Iván Duque, hace unos días, cuando juntos se comprometieron a la apertura de la frontera de manera integral del lado de Ecuador, a partir del 1º de diciembre, dejando mal parado al mandatario colombiano.

El presidente ecuatoriano hizo un llamado a la ciudadanía a completar sus esquemas de vacunación e invitó a los ciudadanos a aplicarse la segunda dosis, cuando en Ipiales y el departamento de Nariño se ha avanzado ya con la tercera dosis, a pesar de que en Ecuador creen que ellos van adelante y anteponen un presunto “rezago” de la vacunación en la frontera para negarse a abrir las fronteras terrestres, en especial la del puente internacional de Rumichaca. También pidió a los padres vacunar a los niños mayores de cinco años, cuando en Colombia la vacuna se imparte a los niños desde los tres años.

Ya no le importaron al presidente Lasso las razones que expuso en la reunión presidencial, tales como la extorsión, la ilegalidad, los pasos dominados por bandas delincuenciales, contrabandistas, coyoteros, tratantes de personas, entre otros actos delictivos, que han perforado los límites interfronterizos y se han adueñado de los territorios, muchas veces ante la mirada y la presencia de las autoridades de la policía y el ejército de los dos países, que no siempre vigilan sino que cohonestan con las mafias, de acuerdo con infinidad de denuncias que se conocen a través de los medios y de las redes sociales.

(Vea la intervención en cadena nacional del presidente Guillermo Lasso, de Ecuador, en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/ComunicacionEcuador/videos/277924357608446/)

En este orden de ideas, el que sí está feliz es el gobernador de la provincia del Carchi, Yaco Marlon Martínez, quien el pasado fin de semana, prácticamente anticipó lo que hoy iba a decir el presidente Lasso, obviamente sin  mencionar nada de la variante Omicrón, que fue el recurso (pretexto) del gobierno de Ecuador para justificar las medidas, pero sí coincidiendo en el tema de la apertura de la frontera con Colombia de forma segura y progresiva, pensando sobre todo en la economía del sector comercial del Carchi, la cual se desarrollará en tres fases, de acuerdo con la COE Nacional, adonde asistió para pedir que no se hiciera la apertura integral de la frontera, sino a través de unas etapas, que a la postre el “gobierno del encuentro” le dio gusto:

1.- Desde las 00H00 del miércoles 1 de diciembre, se habilitará el transporte de carga de importación y exportación desde las 08H00 hasta las 17H00 con los tripulantes hasta 11 km de línea de frontera o bodegas de carga y descarga (Tulcán-Ipiales), sin ingresar a las ciudades, con las 2 dosis de vacuna para conductores de los dos países. Esta medida siempre ha existido, con la salvedad de que antes no se permitía el ingreso de los conductores de los dos países, lo cual es una ganancia para los transportistas ecuatorianos, que reclamaban esto con insistencia.

2.- La segunda fase en 30 días (es decir, pasado el mes de diciembre), con la apertura peatonal en los puentes Rumichaca y San Miguel en Sucumbíos, con todas las medidas de seguridad, similares a las que se exigen en los aeropuertos, lo cual es otro impedimento para la apertura integral.

3.- En la tercera fase, se apertura al transporte privado a través del pico y placa, números pares e impares. Es decir, que el transporte particular, el de turismo, el que aprovechan la mayoría de colombianos que visitan las costas del Ecuador y los sitios de interés, también se ve obstaculizado, por las medidas extremas de pico y placa, que a las autoridades de tránsito y de policía del Ecuador les encanta exigir, por el peso de las sanciones y las multas, que abre un boquete a la corrupción.

Y falta otra perla: cada fase será evaluada por autoridades de los dos países, con la supuesta prioridad de precautelar la salud y -esto sí- el comercio de la ciudad de Tulcán.

(Vea la rueda de prensa del gobernador Yaco Martínez, en Tulcán: https://www.facebook.com/watch/live/?ref=watch_permalink&v=306667467984167)

En síntesis: los comerciantes de Colombia, que no hace mucho pararon en el puente de Rumichaca, exigiendo la apertura de la frontera del lado de Ecuador, -que elevaron su voz al cielo -el del gobierno del presidente Duque, pidiéndole que haga respetar los acuerdos de la Comunidad Andina, que dialogaron con la vicepresidenta y al mismo tiempo canciller, que recibieron el apoyo de los gobiernos regional y local, de las Cámaras de Comercio-, quedaron peor que antes, con un cambio de moneda que llega o sobrepasa los 4 mil pesos por dólar, cambio que beneficia más al ciudadano de a pie del Ecuador, a quien con un salario mínimo de 400 dólares definitivamente le rendiría más mercar en Colombia por el poder adquisitivo del dólar, pues se ha comprobado que la carestía o costo de la vida en Tulcán es elevada e insoportable, a pesar de que los poderosos del Carchi la identifican más como reactivación económica que como explotación a la población. Con estas medidas, una vez más se comprueba que, en nombre de la pandemia, se gobierna a favor de los ricos del país vecino.

En Ipiales y demás municipios del cordón fronterizo, incluso Pasto -la capital- el pueblo también de a pie se estaba preparando para soportar la avalancha de visitantes, con la sensación de que vendrían a arrasar con todo, a desabastecer las estanterías y las estaciones de combustible, los alimentos, los textiles, los electrodomésticos, la tecnología, resignados porque traerían y dejarían divisas en hotelería, restaurantes, templos, peajes, almacenes de todas las dimensiones, incluso creando y aplicando estímulos como la devolución del IVA.

Definitivamente, hasta que se declare para siempre que la pandemia ha terminado, seguiremos viendo cómo los políticos de medio pelo de Ecuador y de Colombia deciden indolentemente la defensa de sus intereses por encima de las necesidades mayoritarias de las poblaciones.

“No hay mal que por bien no venga”, decían nuestros abuelos. A lo mejor tenían toda la razón.

 

 

 

 

 

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