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SER NEOLIBERAL ES PECADO 

GEOMETRIAS 

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Por:

Jorge Luis Piedrahita Pazmiño

Jorge Luis Piedrahita Pazmiño

 

 

Si san Ezequiel Moreno –de la iglesia de Roma- hubiera anatemizado que ser neoliberal era pecado, hasta le hubiéramos ofrecido una veladora. Pero su avilantez era contra Uribe Uribe, Benjamín Herrera, Avelino Rosas, Vargas Vila y de los liberales de Ipiales y la provincia del sur en el choque de los mil días que lo ganó la iglesia. Ante todo en contra de Rafael Uribe Uribe que había urgido al liberalismo para que bebiera en las canteras del socialismo de Estado.

El neoliberalismo que reaparece y se reproduce cíclicamente, es el causante de los desajustes y frustraciones sociales. Toma ideas de la doctrina económica liberal que promueve un libre cambio sin condiciones y una libertad económica ilimitada; el interés individual es el motor de la sociedad. Su mejor conjugación es el dejar hacer, dejar pasar. El estado mero gendarme sin un signo de preocupación por las inequidades acuciantes de la vida de relación.

Entre nosotros, todos los partidos han sido y son neoliberales: ajenos inmisericordemente a la intervención del Estado en procura de lograr el bienestar social. Cuando un candidato la ofrece –la intervención- como en el caso de Petro, se le viene encima todo el andamio del establecimiento, satanizado dizque por desinstitucionalizador. La expropiación es el mejor ejemplo del intervencionismo de Estado para equilibrar las luxaciones sociales. Pero vaya y propóngalo usted a esta sociedad colombiana de hoy, reaccionaria, retrógrada, muy católica y romana pero impermeable a la gracia de la caridad cristiana.

Por eso sería que cuando leímos el documento del jefe del (neo) liberalismo César Gaviria sospechábamos que finalmente iba a adherirse a la candidatura progresista y liberal (no neoliberal) de Petro.

 

 

“No podemos dejar que del país se apodere el autoritarismo. (Referencia al uribismo). La retórica vana de sembrar entre los ciudadanos miedos, odios y temor al cambio no es lo nuestro. No queremos la nostalgia de algún caudillo montado en su caballito (uribismo): tratando de vender el mito que pretende que solo determinada persona puede gobernar el país… (uribismo) esa es otra forma de volver siempre a donde estábamos, vana nostalgia, esa de que todo tiempo pasado fue mejor”.

“Debemos entender que solo partiendo de una rigurosa critica de la tarea de gobierno actual, (en contra del uribismo), las instituciones públicas que tenemos, de sus instituciones, de sus políticas y de la sociedad, es como se logra construir un programa y una agenda de cirugías profundas que toque el fondo de las estructuras de gobierno, y también este es el camino para la gran coalición de centro progresista que el país debe construir y anhela. No otros cuatro años de polarización, (contra el uribismo), ni de vivir en función de las pujas del partido Centro democrático y los otros partidos afines con el expresidente Uribe, que ha estado en el gobierno por 12 años, donde las recriminaciones y los odios han terminado por prevalecer sobre los verdaderos problemas del país, (contra el uribismo).

Invoco a Galán (porque) “nos enseñó que ante las dificultades lo preciso es no claudicar, y nos infundió que la política es el más poderoso instrumento para transformar la sociedad. Perdió su vida desafiando la acción y la mentalidad de los mafiosos que se estaban entronizando en nuestra política vida pública” (referencia al uribismo). Estamos en un punto de inflexión en nuestra historia, es hora de llevar a cabo las reformas estructurales que amerita la nación, de ofrecer una esperanza de vida próspera y digna a nuestros jóvenes, de ejecutar las cirugías mayores que necesita el país con apremio, y de asumir nuevamente nuestro papel de partido protagonista en la historia de Colombia”. (Referencia a Petro).

 

 

Pero discurso tan enfático en tono modernizador y progresista finalmente se quiebra ante la adherencia al candidato que precisamente encarna lo contrario. Ese es el problema de los políticos colombianos:  discurso diametralmente divorciado de la conducta. ¿Y por qué una decisión tan suprema como es escoger el futuro de un país no se somete a la convocatoria de una CONVENCION NACIONAL como en las grandes gestas? ¿Será que hay más liberalismo que partido liberal? ¿Será que las regiones ya se fueron con Petro?

Más que el discurso “icónico” de Lleras Camargo en el Teatro Patria, nosotros preferimos el de Guillermo León Valencia, al enfrentar una insubordinación a lo Zapateiro: llegó un general Ramírez a decirle que los problemas se solucionarían con tres erres. Peguntó: ¿y cuáles son? Ruiz Novoa, Rabéiz Pizarro y Ramírez (Minguerra, Ejército, Policía), en el entendido de que ellos reemplazarían a Valencia. “Yo en cambio los soluciono con una sola erre -les dijo el popayanejo. Los tres pasan a RETIRO.

Para Guillermo León la democracia radicaba en que un hombre desarmado como él llame a calificar servicios a todas las fuerzas armadas.

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