Mancuso y Timochenko en Comisión de la Verdad

“El esclarecimiento necesita la voz de las víctimas y los responsables, no el negacionismo ni el ocultamiento”

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Palabras de Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, en la presentación de la ruta de contribución a la verdad y reconocimiento de responsabilidades con Rodrigo Londoño y Salvatore Mancuso

El próximo 21 de abril tendrá lugar el primer encuentro amplio por la verdad con Salvatore Mancuso y Rodrigo Londoño, que contará con la presencia de víctimas, comunidad internacional y medios de comunicación.

 

 

La presentación se dio de manera virtual

 

Rodrigo Londoño y Salvatore Mancuso, bienvenidos a la Comisión de la Verdad.

La Comisión los recibe con respeto y esperanza. Ustedes tienen legítimas razones para llegar a este escenario.

Quieren que el país conozca la verdad del conflicto armado desde quienes participaron en él. Quieren que, después de este acto inicial, dentro de unas semanas, haya un escenario en el que estén excombatientes de todos los lados ante la Nación, presentando la realidad del conflicto y el sufrimiento que se causó en la guerra, y que estén presentes las víctimas y pedir perdón y poner como testigos a los medios de comunicación y a la comunidad internacional.

Los mueven intereses legítimos. Para el Partido Comunes, el compromiso con la paz, dejar claras las razones que les llevaron a la insurrección y por qué no fueron los únicos que cometieron delitos de guerra y crímenes de lesa humanidad. Para Mancuso, mostrar que las AUC no iniciaron la guerra, las falencias jurídicas y verdades perdidas en el proceso de Justicia y Paz, el reconocimiento de los propios crímenes y la verdad sobre responsabilidades de terceros y del Estado, así como la seguridad suya y de su familia.

Ustedes piden que se reconozcan los pasos dados para llegar aquí, los reconocimientos hechos ante las comunidades indígenas, campesinas y afrocolombianas, al lado de la Comisión de la Verdad, con la presencia de los comisionados Patricia Tobón Yagarí y Leyner Palacios, y la mediación de Álvaro Leyva, quien transmitió sus voluntades para llegar a la Comisión. Los recibimos para que hagan parte del proceso misional que nos ha sido encomendado.

Formamos en conjunto con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas un solo sistema de transición hacia la paz. Somos una entidad extrajudicial. Buscamos la verdad histórica, política, ética, y dentro de ella las responsabilidades de quienes actuaron dentro de instituciones y organizaciones en el conflicto.

Aquí estamos todos para esclarecer la tragedia de nueve millones de víctimas, una tragedia que todavía no para, como lo ponen en evidencia hoy, por ejemplo, los obispos del Pacífico.

El esclarecimiento necesita de la voz de las víctimas y de los responsables, actores de la guerra de todos los lados. Pero la verdad que busca la Comisión está más allá y nosotros someteremos al contraste estos aportes que Colombia necesita oír.

La Comisión pone en primer plano la dignidad de las víctimas y por eso este escenario no es ni puede ser para glorificarse como actores de la guerra, sino para mostrar la inmensa deuda que ustedes, los demás actores del conflicto, el Estado y todos los colombianos tenemos con quienes fueron asesinados, mutilados, secuestrados, arrebatados de sus tierras, desplazados y humillados en medio del conflicto armado.

Este escenario para la Comisión no es ni puede ser un lugar para acrecentar las estigmatizaciones, ni los odios, ni las venganzas, ni tampoco las negaciones y los ocultamientos. Es un espacio para que comprendamos en la sinceridad lo que se hizo, y la brutalidad que calló a las víctimas por acción de los responsables, lo que hicimos todos o dejamos de hacer como Estado y sociedad. Y para que en la comprensión de la verdad acojamos las responsabilidades éticas, políticas e históricas que a cada quien compete para que podamos rescatarnos como seres humanos.

 

Palabras luego de escuchar las motivaciones de Salvatore Mancuso y Rodrigo Londoño

 

La Comisión acoge la voluntad de ustedes dentro de la misión que nos compete en esta tarea por la paz. A partir de este momento ponemos en marcha la ruta que juntos hemos venido preparando.

Estaremos al lado de las víctimas para que lleguen a este escenario con su dolor, sus reclamos y sus preguntas. E invitamos a todos los participantes como actores en el conflicto a llegar a este escenario.

La Comisión misma buscará en este escenario frente a ustedes y otros actores, y delante del país, la realidad política, ética y económica que está detrás de la tragedia.

Siempre en la perspectiva de una verdad que nos ayude a comprender. Que lleve a la no repetición y a la reconciliación. Que responda al clamor de las víctimas cuando exigen: el respeto de los derechos humanos y su dignidad, la aceptación de responsabilidades por parte del Estado y de otros actores, la toma de conciencia colectiva de que tenemos que emprender todos los cambios personales, institucionales y estructurales que sean necesarios porque no podemos tolerar más lo intolerable.

Hemos acordado que el primer encuentro amplio por la verdad con víctimas y demás responsables, ante los medios, lo tendremos el día 21 de abril. Allí les esperamos.

Intervención de Rodrigo Londoño en la presentación de la ruta de contribución a la verdad

 

Intervención de Rodrigo Londoño, alias Timochenko

 

Buen día.

Para mí, lo digo con toda sinceridad, es emocionante poder estar aquí en este escenario, así sea virtual, y recuerdo el brazo, no en señal de victoria, de que estábamos logrando lo que para mucha era imposible, pero es que siento que estamos logrando ese propósito que nos planteamos cuando firmamos los acuerdos en La Habana, este fue un tema de los bastante difíciles y complejos en la discusión y de llegar a un acuerdo, fue más de un año y medio, o sea que no fue fácil.  Nos mantuvimos en una conversación que fue como un remolino donde no encontrábamos salida y en ese orden de ideas el presidente me pidió que recibiera a su hermano Enrique Santos para entre los dos tratar de encontrar una salida a esa sin salida en la que nos encontrábamos analizando el tema de las víctimas, de los delitos y de todo lo que sucedió en medio del conflicto, porque un elemento nuevo que tuvo esta negociación era que estábamos frente a la Corte Penal Internacional y al Estatuto de Roma  lo que le daba una connotación distinta a la de otras negociaciones. Se nos planteó negociar unas penas alternativas teniendo como base lo que Justicia y Paz había planteado de los ocho años. Nosotros lo dijimos con mucha claridad que no íbamos a intercambiar impunidadesy es en esa discusión con el hermano del presidente que se encontró como salida confirmar una Comisión paralela a la mesa de negociaciones, una comisión con expertos, jurídica para que le hiciera una propuesta a la mesa y es allí de donde surge esa comisión que lleva a la propuesta del Sistema Integrado de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición. En menos de tres meses, elabora esa propuesta y la presenta a la Mesa   recogiendo la inquietud de buena parte de las organizaciones de víctimas del país.

Ya en el 2015 el gobierno nombra a los comisionados, Manuel José Cepeda, expresidente de la Corte Constitucional, a Juan Carlos Henao, que también fue residente de la Corte Constitucional, y al señor Douglas Cassel que para nosotros fue la prenda de garantía de que el Departamento de Estado estaba enterado de lo que estábamos haciendo. De parte nuestra seleccionamos al experto en DIH, el español Enrique Santiago; al defensor de Derechos Humanos, Diego Martínez y al doctor Álvaro Leyva, experto constitucional y quien venía acompañando los procesos de paz desde hace más de 30 años.

Y así es como nace este Sistema al cual pertenece la Comisión de la Verdad, que pone en el centro del Sistema a las víctimas. En el centro del Acuerdo están las víctimas, pues no se puede superar un conflicto de más de 50 años sin la participación efectiva de las víctimas. A partir de la reparación integral, o sea el derecho a la verdad y a la justicia. Buscando satisfacer los derechos de las víctimas, todos, combatientes y no combatientes asumimos responsabilidades por las graves violaciones en razón del conflicto trabajando para la no repetición para impedir las nuevas formas de violencia con un enfoque territorial, de género y étnico, elementos que todo el mundo ha destacado de este Acuerdo. También, garantizando la seguridad jurídica y por quienes temen a la verdad y por quienes han aprovechado la violencia para mantener el poder político y económico y hasta el día de hoy siguen tratando de hacerlo a través de reformas y proyectos y de la estigmatización. En ese sentido hemos venido trabajando con la intermediación del doctor Leyva este escenario en el que nos encontremos con el señor Salvatore Mancuso con quien hemos intercambiando, también sobre el conflicto, y le hemos planteado a la Comisión, y le agradecemos que haya generado este espacio, para que lleguen otros protagonistas del conflicto y en especial víctimas representativas para que en conjunto reconstruyamos esa verdad que nos tiene que permitir en Colombia el día que soñamos en paz. Por eso, aprovecho para sugerirle los siguientes nombres: Rubén Cano, conocido como ‘manteco’, Pastor Alape, Carlos Mario Jiménez, conocido como ‘macaco’, Martín Llanos y a su hermano y padre, fundadores de las autodefensas campesinas del Casanare y a Carlos Antonio Moreno, lo recomiendo muy en especialmente, que no se le cierren los espacios porque él tiene mucho que contribuir y decirnos en esta construcción de la verdad y repito, con las víctimas más representativas de este conflicto.

Varios me han expresado el interés de participar y hemos hablado de la presencia física de Salvatore Mancuso, aunque entendemos las dificultades que él tiene, es necesario que Colombia y el mundo se hagan conscientes del riesgo que está corriendo y por eso la importancia de conservar su vida. Teniendo en cuenta lo que decía Simón Bolívar, “para construir patria se necesita vida”

La situación no es fácil, es difícil trabajar de manera virtual. Lo presencial es, a la vez, emocionante y da la posibilidad de ver de frente a las víctimas, a pesar de lo duro que es. Yo recuerdo una conversación dura, difícil y compleja con la madre de un soldado que murió en un combate con nosotros, pero al final fue una enseñanza muy grande para mí. Al final, ella me pidió una foto para mostrar en su pueblo que nos estamos reconciliando y me dijo que ahí dejaba el luto que había llevado por ocho años por la muerte de su hijo.

Esas experiencias solo son posibles en encuentros físicos. Lo virtual no permite esa emotividad que nos da la fortaleza para afrontar estos escenarios que no son fáciles. Hemos vivido un conflicto complejo donde se cometieron crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y en el que hemos asumido la responsabilidad que nos corresponde y hemos asumido el retribuir a la sociedad lo que en la JEP se nos imponga en función de eso.

Por eso hemos llegado a este espacio con el deseo sincero de contribuir a la verdad y que esta nos permita reconciliarnos. Lejos de mí está llamar a que se aplaudan los hechos horrorosos que se vivieron en la guerra. La tiranía y la opresión son conceptos que llevan a la ONU a justificar el derecho a la rebelión de los pueblos. Las Farc fuimos cobijados por ese derecho. No nos lo inventamos nosotros y estuvimos en estado de rebelión hasta que firmamos el acuerdo de paz. Pero ese derecho a la rebelión no da libertad para realizar crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad.

Por eso la disposición, primero, de contar la verdad como está planteado en los acuerdos, y segundo, y asumir las responsabilidades que nos correspondan.

Ahora estamos en disposición para que empecemos a construir esa hoja de ruta que nos permita a todos los protagonistas de este conflicto, y en esos espacios con las víctimas, contarle a Colombia y al mundo lo que nos pasó en ese conflicto de tal manera que nos permita reconciliarnos y construir la Colombia en paz.

Intervención de Salvatore Mancuso en la presentación de la ruta de contribución a la verdad

 

Intervención de Salvatore Mancuso, de las AUC paramilitares

 

Un saludo especial y respetuoso para todas las víctimas del conflicto armado en el país. A ellas nos debemos y por eso nuestro compromiso con la verdad y por avanzar en un proceso tan importante como este para esclarecer las verdades, las coyunturas, los responsables del conflicto armado.

Saludo al señor Rodrigo Londoño, por participar en este proceso porque nosotros, que fuimos enemigos mortales en el pasado y que hoy nos reconocemos como civiles, podemos hablar hoy sin necesidad de matarnos, de manera civilizada, para responder ante el país por las atrocidades y barbaridades que cometimos en el conflicto armado en el que las afectamos directamente.

Ver ese dolor en los ojos de las madres, de los huérfanos, de los desplazados, de las abusadas con violencia de género, eso conmueve el alma y el interior de las personas. Especialmente, a mí me mueve las fibras internamente.

Por eso le escribí esa carta al padre De Roux, porque nuestro principal objetivo es la dignificación de las víctimas y aceptar nuestras responsabilidades en el conflicto, en todos estos hechos y crímenes de guerra que cometimos. Finalmente, buscar la convivencia y la reconciliación del país, pero especialmente la no repetición del conflicto y que no haya más víctimas en medio de este conflicto.

Es importante para el país saber que una evidencia ilimitada es posible que nos lleve a conclusiones imprecisas. Hasta el momento, para ustedes la verdad es lo que tienen hasta el momento. Nosotros nos comprometemos a expresarle a las víctimas, a ustedes y al país los rigores de la guerra, mostrarles más profundamente lo que hay detrás del conflicto; porque fueron victimizadas las personas dentro del conflicto, porque siguen siendo victimizadas y porque cada día se generan más víctimas. Quiénes están detrás, quienes somos los responsables, porque nosotros no iniciamos esta guerra.

Desde el año 1997 venimos buscando lograr un proceso de paz que nos vincule a todos. Una mesa de cuatro patas, como la llamábamos en aquel momento. La elocuencia de los hechos desde el 97 hasta hoy, tiene el peso incontrastable de la horrible realidad que hemos vivido todos estos años y todas las víctimas que hubiéramos podido evitar si nos sentábamos todos los actores del conflicto. Guerrilla, Estado, autodefensas y víctimas, incluidas todas las personas a las que afectamos.

Mientras eso no pase no vamos a tener paz en el país, mientras esas verdades no se develen no vamos a poder dilucidar por qué se siguen presentando estos hechos y por qué se presentaron en el pasado y cuáles fueron las responsabilidades de cada uno en este conflicto armado.

Lamentablemente muchas de las verdades que tenemos hoy en día están sesgadas porque fueron contadas, no por los actores responsables directos de la guerra, sino por personas, de muy buena voluntad, que quieren aportar a la verdad y a la solución del conflicto pero que hacen que ese sesgo permita que muchas personas y el Estado eludan su responsabilidad.

Nosotros vemos comprometidos a muchos comandantes que estuvieron metidos en este horrible baño de sangre, pero muy pocos asumiendo responsabilidades y contando la verdad desde el conflicto armado.

Hay muchas personas dentro de este proceso que se comprometieron a contar la verdad, pero que tienen un conocimiento limitado de esas verdades. No digo que yo conozca todo lo que sucedió, por eso desde 1997 hemos pedido que todos los actores que estuvimos metidos en la guerra contáramos esas verdades que son contrastables porque las víctimas son expertas en estos hechos y son ellos quienes no nos dejarán mentir.

Por eso es tan importante la participación de las víctimas y el contacto con las víctimas y que la reconciliación y el proceso de no repetición se dé con ellos y que sean las víctimas las principales protagonistas de la reconciliación del país y de la no repetición. Pero para ello debemos estar todos en este proceso.

La Comisión ya nos confirmó que se harán eventos de este tipo, muy sensibles, encuentros acompañados por las víctimas y por el país. Allí vamos a darle a conocer esa verdad a las víctimas. Y eso es muy importante para ellos porque les va a dar tranquilidad, les va a permitir que, entre todos, busquemos una solución a este conflicto que lleva tantos años en Colombia.

Para nosotros es una apuesta muy seria y agradezco que nos permitan estos espacios con todos los actores y esperamos que incluso las personas que siguen alzadas en armas participen. Yo sé que muchas de esas personas que siguen alzadas en armas tienen resquemores porque el Estado ha incumplido en los acuerdos que ha hecho, incluso con nosotros, pero sería importante que ellos pudieran participar, no es que los esté invitando a un proceso de paz, pero sí es importante que ellos participen de esta verdad para lograr un país reconciliado y sin más violencia.

En ese próximo encuentro que vamos a tener con Rodrigo Londoño y con otros excombatientes que quieran participar para resarcir y dignificar a las víctimas, es muy importante que se escuche la voz de todos ellos.

Agradezco a la Comisión, al país, a las víctimas y a todos los que han puesto su grano de arena. Ya hemos avanzado en varios encuentros con las comunidades que han sido afectadas directamente por nuestras acciones y dentro de ellas hemos encontrado preguntas recurrentes que tienen que ver con lo que he venido diciendo. Las víctimas quieren saber por qué fueron victimizadas, los responsables, por qué siguen siendo victimizadas y especialmente de qué manera podemos parar ese conflicto que los sigue afectando.

Este es nuestro compromiso y con eso queremos aportar a la reconciliación, de alguna manera reparar el daño que hicimos. De nuevo agradezco a la Comisión y a las víctimas.

 

Vea aquí el evento en su totalidad ↓↓

 

 

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