Banner Before Header

LAS CORRALEJAS DE PETRO

De no, mediten cómo Petro en estos cuatro meses que lleva, se ha enfrentado con varios toros al mismo tiempo

0 125

Por:

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

En el momento en que el Congreso aprobó la ley por la cual se prohíbe las corridas de toros en Colombia, pero se siguen permitiendo las corralejas, me di cuenta que nuestras apreciaciones críticas sobre el gobierno Petro no habían reparado el verdadero núcleo ideológico de su accinar.

Petro, como buen costeño nacido en Ciénaga de Oro, tiene estructurada su vida política y gubernamental, con la misma mentalidad con que se montan las corralejas. Y no es exageración ni un chiste. Los colombianos fuimos forjados como nación temperamental, política y administrativamente por la tradición española, por la iglesia confundida con el gobierno civil y como tal nos metieron en la cabeza la simbología de las corridas de toros, donde un torero, a pie o a caballo, se enfrenta a un solo toro.

Petro, con su forma cordobesa de ver la vida, se enfrenta hasta diez toros al mismo tiempo, como en una corraleja. Por supuesto, la solidez de las plazas de toros ha sido tradicional y respetada; la de las corralejas es endeble y más de una vez se han derrumbado mientras se torean esa montonera de astados.

De no, mediten cómo Petro en estos cuatro meses que lleva, se ha enfrentado con varios toros al mismo tiempo: se enfrentó con la producción de gas y petróleo, así nos costara quedarnos sin divisas para adquirir los productos alimenticios que importamos desproporcionadamente; lo que es peor, que pretenda obligarnos a cocinar con leña; se enfrentó también con las EPS y el sistema de salud vigente y pretende que volvamos a los tiempos de la salud en manos de los alcaldes y de las influencias de los politiqueros para hallar una cama disponible en un centro de atención hospitalaria; se enfrentó también con la policía y el ejército y les mandó a la reserva a medio centenar de generales; se enfrentó con la justicia en pleno al dejarlos no solo sentados a manteles sino desconocidos por completo con la libertad de los muchachos de primera línea para volverlos gestores de paz. Y como le faltaba una pelea más grande, o más ridícula, se enfrentó con las autopistas 4G, sus concesionarios y los camioneros que las usan.

No hay duda: Petro cree que el país es una corraleja.

 

Muchas gracias.

El Porce, diciembre 19 de 2022.
Audio:
Publicidad Nación
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.