JOSÉ MARTÍ: “APÓSTOL Y LIBERTADOR DE CUBA”
Y es preciso agregar que, Martí se distinguió, además, en su calidad de periodista, orador y literato.
Por:
Vicente Pérez Silva

A estas horas de mi vida y de mis años he disfrutado la satisfacción de conocer La Habana, una feliz realidad que, a decir verdad, parece todo un sueño. Una vivencia que me daría pie para una recordación intensa y detenida. Así aconteció. Una fugaz visita que, con la diferencia de ocho días, hubiera coincidido con la conmemoración de los 170 años del nacimiento de José Julián Martí y Pérez, tal su nombre completo de pila, que se cumple, precisamente, en este sábado 28 de enero. Una fecha conmemorativa, en la que nos es dado traer, así sea brevemente, alguno de sus rasgos más sobresalientes.
José Martí, llamado justamente “Apóstol y Libertador de Cuba” fue uno de los hombres más grandes de América que ofreció su vida en aras de la libertad del pueblo cubano. Durante la revolución del siglo XVIII luchó contra el dominio español al lado de Carlos Manuel de Céspedes, quien diera el grito de independencia en 1868 y primer presidente de Cuba; de los hermanos Antonio y José Maceo, Ignacio Agramonte, Máximo Gómez y José Rogelio Castillo y Zúñiga, entre otros tantos, de tan decididos combatientes.
Este último, un colombiano, oriundo de Popayán, quien al lado de su coterráneo el General Avelino Rosas, llamado “El León del Cauca” por sus aguerridas actuaciones de Matanza, Punta Brava, Cascorro y Minas; uno y otro se caracterizaron por su valentía y su espíritu de combatientes, a toda hora, conscientes y leales a la causa independentista de Cuba. El general Castillo y Zúñiga alcanzó la más alta jerarquía en los mandos militares.
Con motivo de dicha conmemoración, consideré oportuno llevar la copia de un artículo que escribí con ocasión del sesquicentenario natalicio de Martí, en enero del año 2003, con el título de Martí visto por tres colombianos; que contienen los altivos y valiosos testimonios de Adriano Páez (primer crítico de la obra literaria de Martí), Juan de Dios Uribe y José María Vargas Vila. Los dos últimos, que tuvieron la fortuna de conocerlo y tratarlo personalmente durante los años de ostracismo que ellos vivieron y padecieron fuera de sus países de origen.
Dicha copia la pusimos en manos de uno de los directivos del Centro de Estudios Martianos; al igual que una copia de mi ensayo “José Rogelio Castillo Libertador de Cuba”, publicado en El Magazín Dominical de El Espectador, de fecha 14 enero de 1979.
Sin que me faltara la sorpresiva oportunidad de conocer al señor Salvador Valdemesa, viceministro de Cultura, quien gentilmente puso en mis manos la obra “José Martí Los fundamentos de la democracia en Latinoamérica”, en dos tomos, del historiador e investigador francés Paul Estrade, de reciente publicación.
Y es preciso agregar que, Martí se distinguió, además, en su calidad de periodista, orador y literato. De su inspiración poética recordemos estos Versos sencillos, de inefable ternura y sentimiento; versos que, según se ha escrito, constituyeron la filosofía de la Orden de la Rosa Blanca:
Cultivo una rosa blanca,
en julio como en enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni oruga cultivo:
cultivo la rosa blanca.
Coda: De suma curiosidad histórica, saber que uno de los municipios del departamento de Antioquia, lleva el apellido de los hermanos Antonio y José Maceo. Nos inquieta el origen de este bautismo. Y de suma importancia la obra “Para la Historia de Cuba”, Autobiografía del General José Rogelio Castillo y Zúñiga, La Habana, 1910; fuente primaria, para un comentario especial.

Panamá, 25 de enero de 2023.
