“ENTRETEJIENDO PALABRAS, ANTOLOGÍA POÉTICA DE MAESTROS”
LITERATURA, PEDAGOGÍA Y SINDICALISMO
Por:
Henry Manrique

“Como el saber en su raíz es una esencia
Maestro eres eterno, eres conciencia”
En el ámbito pedagógico es muy común que se entrelacen los términos educación y sindicalismo, visión que evoca lo pedagógico y las acciones políticas, la lucha y la reflexión social. Pero, otros factores son muy importantes, diríamos la cultura en el entendido de la producción estética, claro, el término es más amplio.
Es que en el acto de educar o de mediar, intercambiar, de ser dialógicos… se efectúan, no solo la producción de saberes en áreas específicas, no, allí convergen, ante todo los seres humanos, la vida misma en sus aconteceres. El común se ha aferrado a la idea que en las instituciones solo se establecen las relaciones educador-educando-enseñanza-aprendizaje, dejando a un lado lo otro, en esos entornos, la creación y recreación.
Así se planea, se evalúa, términos que rememoran la tecnicidad de una acción, pero, más allá, apartando esos paradigmas, los educandos, los docentes, renuevan los conceptos partiendo de lo propio, de lo autónomo, como aporte al mejoramiento de la “calidad” educativa, o en otro sentido, el fortalecimiento axiológico, intelectual, emocional de los seres humanos que comparten ambientes, realidades e irrealidades.
Entonces cabe mencionar que en las instituciones es muy común que se cree textos literarios, se haga música, pintura: Todo lo anterior amplía el panorama del acto educativo. Docentes-poetas, así se plasma en el libro “Entretejiendo palabras, antología poética de maestros Nariño”, generado desde SIMANA.
En el libro se valora este tipo de expresiones que son producto de la iniciativa personal, de la autonomía y de la capacidad creativa de los maestros, que por lo demás, ya aplicado en el aula, fortalece las habilidades y despierta la sensibilidad del estudiante.
Entretejiendo palabras, antología poética de maestros Nariño, camina entre las emociones, sentimientos y sensaciones forjadas en la intimidad de los docentes, con el firme propósito de compartir con los niños y jóvenes, mejorando los ambientes educativos. Así se coadyuva al fortalecimiento de los procesos de formación, partiendo de textos elaborados por los mismos maestros.

¿Que por qué madrugo?
Por: Luis Carlos Bastidas Tovar
¿Que por qué madrugo?
Para que la vejez no me alcance
Para no perderme hermosos amaneceres.
Me perdería el gusto de saludarla
Si no madrugo.
Me perdería el poder de amar…
No me alcanzaría el día para verla
No me alcanzaría la vida para sentirla
Me dejaría el bus de la belleza de cada momento
Ma haría trizas el sonreír
Ma aplastaría la soledad del momento.
Eso pasaría si no madrugo.
El tiempo
Por: Lidia Benavides
Dsesmpolvar viejas fotografías,
Pinceladas con imágenes jóvenes,
Remembranzas de risas, de cantos,
En horas de sol, abejas y flores.
Son hojas secas al viento inclemente,
Debate entre pasado y presente,
Visión de un pez, en vaso cristalino
Prisionero en un océano artificial.
Crepúsculo de rica elocuencia,
Mostrando parajes de tardes moribundas
En busca de pájaros perdidos
En su afán de conquistar el infinito.
Es la esencia del recuerdo,
Abrazado a rostros desteñidos por el tiempo
En el empolvado álbum familiar
Igual que los recurdos de mi infancia.
Quiero jugar contigo
Por: Vicente Benavides
Y entonces llegaste tú a este juego de la vida,
Al juego en el que vivir se tiene por condición,
Juego de azar muy hermoso, elegante y doloroso;
pues, aunque todos jugamos, nadie sale victorioso.
Y entonces llegaste tú a este juego de la vida,
Llegaste, así como todos, en un cuerpo pequeñito,
Y así seguiste grandiosa, Jennifer Estefanía,
Con nosotros poco tiempo cual intensa epifanía.
Y entonces llegaste tú a este juego de la vida,
Con el tiempo por delante y la belleza a flor de piel,
Para aprender de la vida, para aprender a vivir,
Para aprender a bailar, ser feliz y convivir.
Y entonces llegaste tú a este juego de la vida,
Dándonos una lección de fortaleza y tesón,
Para decirte hasta pronto, desde nuestra cercanía,
Y expresarte nuestro amor, Jennifer Estefanía.
Y entonces llegaste tú a este juego de la vida,
Llevándonos a pensar que hasta en el más corto juego,
Se tienen llantos y risas, abrazos y hasta empujones,
Y que solo un decide jugar a pares o nones.
Y entonces llegaste tú a este juego de la vida,
Para empuñar la bandera, roja de la vida misma,
Blanca, amarilla, tal vez la misma bandera mía,
Bandera que nunca te olvida, Jennifer Estefanía.
Y entonces llegaste tú a este juego de la vida,
Jugaste a las escondidas y sin saber dónde estás,
Pasaste hacia el escondite donde no te buscaremos,
Donde seguro algún día también nos esconderemos.
Eres
Por: Susana Busbano Jurado
Eres:
mi yerro más hermoso,
mi dolencia más profunda,
mi angustia preferida,
mi tesoro escondido,
mi secreto incontable,
mi quimera perdida,
mi sueño imposible,
el llanto que me ahoga,
la congoja de mis ojos.
Eres esto y mucho más,
que estoy dispuesta a soportar,
para que te quedes conmigo.
Ronda de la convivencia
Por: Ruth Margarita Castilo Torres
Vamos a hacer una ronda pa’que el amor dure más
La ronda ya está, la ronda, de convivencia y paz.
Juntemos ya nuestras manos en un solo corazón,
Negociemos los conflictos, vive con swing y emoción.
Que el convivir sea un himno de gbratitud para Dios
Modelo de tolerancia, paz, amistad y amor.
Toma mi mano, dame tu mano, hagamos muses, demos amor,
Muchas sonrisas,picar ojitos, somos perfecta combinación.
Tú participas, yo participo, no importa el credo ni el color,
Porque el concierto para la vida, lo hacen actores de colección.
Transparencia
Por: Álvaro Flórez
Con la continencia
atada a la cintura,
la frágil Margarita,
Abraza el esnobismo fascinante
del bailarín foráneo,
fingiendo abnegación
por lo que el mundo engendra…
Luego, sólo abrazará
la imagen chafada
del palurdo peón,
que le arrancó el miriñaque,
despedazándole el candor.
La huella imborrable
Por: Efraín Armando Guerrero Paz
Usted es la niña, la huella imborrable
que todos los días
viene ante mi altar
con baño de reina que el sábado enflora
y el domingo pule su añeja beldad.
Usted es la niña del cabello rubio
En mi vida entera, fatiga letal.
Oda a la mujer primera
Por: Henry Manrique
Me despojaron…
Sí, me despojaron de la calma,
Del refugio que se llama hogar,
Del juguete que me ató a la infancia.
Encontré más acá o más allá
Los misterios,
Las ambiciones. Todo cambia.
Las violencias son el mundo.
Estoy afuera.
Después de los muros de mi casa está la levedad.
Otros que son igual a mí
Comparten destinos similares.
Estoy condenado a padecerlos.
Sobrevivir queda después de la inocencia.
Estoy afuera.
¿Me ayudarán las fábulas?
¿Para mí, las moralejas?
Las guerras que inventé fueron inútiles
Sólo engendramos soledades.
Estar afuera es el futuro.
Al final recordaré el primer día.
A mi madre, un cuaderno viejo bajo el brazo,
Y a la primera mujer que amé.
Sin ellas nada queda, sólo la vida que es la muerte.
Un pedazo de paz
Por: Roberto Enrique Melo
Con una mirada
inocente,
el niño
triste
buscando
un pedazo
de pan.
No sé cuántos
dientes tenga…
De todas
maneras,
me encanta
sun sonrisa.
Cuando finalmente
muerde un pedazo
de paz.
Sólo faltas tú
Por: Ana Consuelo Montenegro Caicedo
Qué soledad se siente
entre el murmullo…
Si estuvieras aquí
Sería distinto.
Sonreiríamos… escuchando
La hermosa música
De las góndolas navegando
Por las verdosas aguas
Del Gran Canal que recorre
Venecia encantadora.
Contemplaría contigo
Los paisajes puntorescos
Desde la terraza
Del vaporeo que nos lleva…
A quedarnos extasiados
De belleza.
Recorreríamos
Las estrechas callejuelas
De San Ángelo
Y la plaza de San Marcos
De los charcos nocturnales
Reflejando las luces de neón.
Entre sus aguas tranquilas
Que se han asomado a ver
Si tú venías.
Al no verte se han ido
En la mañana…
Y yo sin ti
Desde el balcón de flores
Sobre el puente
De la calle Caffetier…
Hoy te recuerdo
Resonando a lo lejos
Aquellas melodías
Que escuchábamos siempre…
Cuando tú vivías.
Reflexión
Por: Roberto Palomino López
Si buscas un amor
descubrirás un sueño,
si le das tiempo al tiempo
retornarán silencios;
si planteas razones
desnudarás verdades,
si buscas en tu padre
tendrás manos amigas.
Si piensas en tu madre
evocarás amor infinito.
Si buscas a Dios
encontrarás perdón.
Y si miras en silencio
tu propio destello
estoy muy seguro, que encontrarás tu alma.
No eres
Por: William Rosero Solarte
No eres el fuego,
pero me haces arder…
de pasión;
no eres el frío,
pero me haces temblar…
de emoción;
no eres un faro,
pero alumbras mi camino;
no eres el rayo,
pero me tienes fulminado;
no eres el vino,
mas me ambriagas de amor;
no eres el aire, ni mi sangre,
pero, ¡vivo por ti!
