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EL PLAN 30 X 30 UNA ÚLTIMA OPORTUNIDAD PARA SALVAR NUESTRO PLANETA.

¡A trabajar para lograrlo!

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Por:

Luis Fidel Cabrera *

 

Luis Fidel Cabrera

 

Llenos de optimismo se escuchan en el Ecopodcast de Yolanda Ruíz a la ministra del ambiente, la directora de la WWF y otros, celebran el acuerdo alcanzado en la Cumbre Mundial de Biodiversidad (COP15, Montreal, Canadá). Esta iniciativa promueve un acuerdo global para la naturaleza y las personas con el objetivo de proteger al menos el 30 por ciento de la tierra y los océanos del mundo para el año 2030. Según los periodistas ´se logró un avance importante para proteger a las especies con cifras y metas claras´.

En principio todas las cumbres nos llenan de optimismo y alegría y mucho más cuando en ellas se promete dinero. Aunque la cumbre de la naturaleza de la ONU se considera histórica, no tiene garantías concretas. Estados Unidos no es miembro de la CDB (Convenio de la Biodiversidad de la ONU), solo asistió como observador. Apenas 100 países de los 195 aprobaron el acuerdo. Países emergentes como Argentina, Brasil e Indonesia quieren seguir explotando su naturaleza para ´sacar a su población de la pobreza´ (o enriquecer a su élite); Congo y otros países africanos estuvieron a punto de retirarse y decidieron también usar su naturaleza por el mismo motivo de los países emergentes.

En el podcast se celebra como si ya se hubiese alcanzado ese 30 por ciento de la tierra que tenemos que proteger. El plan 30 x 30 es sin lugar a dudas un buen plan. La naturaleza sana es un importante aliado para reducir las emisiones de CO2. Desafortunadamente, la naturaleza en todo el mundo está en mal estado: un millón de especies corren el riesgo de desaparecer este siglo. La pregunta es: ¿qué tan alcanzable es ese plan? ¿A nivel mundial? ¿Y a nivel de Colombia?

Actualmente tan solo el 17 por ciento de la tierra y el 10 por ciento del mar están protegidos. Duplicar la zona protegida en la tierra y triplicar la del mar es una tarea muy difícil en un mundo cambiante: varía el clima, aumenta el número de la población y con ello la demanda de alimentos y energía. Por el mismo hecho de ser Colombia un país rico en biodiversidad es a la vez vulnerable a su destrucción y por lo tanto el trabajo que deben hacer políticos, autoridades, corporaciones, universidades y población en general para cumplir ese 30 por ciento en el año 2030 es muy grande. Será más fácil proteger un 30 por ciento de un país en el desierto. Podremos recibir todo el dinero del mundo, pero si no hay políticas claras y serias, planificación del campo y de las ciudades, educación, investigación y participación ciudadana no llegaremos a esa cifra, sino a una más baja.

Según la WWF (Programa Planeta Caracol) en Colombia gran pérdida de la biodiversidad se debe a los cambios climáticos. Lo mismo lo afirma Judith Sarmiento en su programa ´En familia´ y aboga por educar a los niños para minimizar los efectos de los cambios climáticos y salvar la biodiversidad. Si Colombia es rica en biodiversidad, se debe en gran parte a los mismos cambios climáticos. (Véase van der Hammen y Antoine Cleef, universidad de Ámsterdam, Glaciaciones de los últimos 10 mil años). No es tanto el cambio climático el factor número uno en reducción de especies, muchos animales y vegetales se adaptan a las nuevas circunstancias y otras migran en busca de mejores condiciones.

 

En nuestro país muchas especies desaparecen por la extensión de la ganadería, responsable además de la producción de gases efecto invernadero, sobre todo  metano. El aumento de la frontera agrícola es el asesino más grande de ecosistemas enteros. La minería ilegal y legal contribuyen enormemente a la destrucción de especies de todo tipo, aéreas y acuáticas. Pero sin lugar a dudas el crecimiento incontrolado de nuestras ciudades sacrifica ecosistemas únicos como los humedales o bosques milenarios para urbanizarlos. Además en nuestras ciudades las aguas negras se vierten directamente a los ríos, asesinando con ello cientos de especies nativas. Los rellenos sanitarios mal planificados se convierten en criaderos de moscas, ratones y ratas, para controlar estas plagas se utilizan insecticidas y raticidas (prohibidos en otros lugares) y por cadena alimenticia mueren decenas de murciélagos, avecillas, búhos y lechuzas. En las zonas costeras se vierten las aguas servidas directamente (sin tratamiento alguno) a los mares, destruyendo la rica flora y fauna marina (algas y corales).

 

La élite colombiana cansada del cemento y ruido de las ciudades, busca lugares cada vez más alejados llevando consigo mascotas como perros y gatos; además de modificar la naturaleza contribuyen a la destrucción de especies especialmente pequeños mamíferos y aves. Los ciudadanos más pobres se contentan con repetir de memoria lo que dicen nuestros presidentes y lo que escuchan en cada programa ambiental: ´Colombia el país más rico en biodiversidad´. Incluso algunos niños repiten de memoria el número exacto de especies, sin haber conocido una sola. La biodiversidad también debe ser inclusiva y debe ser de todos. Crear zonas verdes con especies nativas en las ciudades contribuye enormemente a salvar la biodiversidad y ese espacio se cuenta dentro del plan 30 x 30. Las zonas verdes en las ciudades hacen ciudadanos más sanos y contribuyen a darle salud a nuestro planeta.

No quiero ser pesimista ni desanimar a quienes están listos a recibir el dinero; no se trata de un plan para un cuatrienio sino de uno a largo plazo. El plan 30 x 30 exige una responsabilidad enorme y solamente se lo podrá cumplir con buenos programas y políticas ambientales y sobre todo con la cancelación de los subsidios perjudiciales a la biodiversidad.

¿Podrán los países ricos seguir dando dinero para salvar nuestras especies? ¡No!

A trabajar duro y no acostumbrarnos a que ´el dinero de los países ricos sea ´el mejor lubricante´ para poder lograr algo bueno para nuestro planeta´, como dijo Oscar Soria, de la Organización Avaaz, al periódico The Guardian. Que el plan 30 x 30 lo celebren nuestros hijos y los colombianos que están por nacer.

 

* Luis Fidel Cabrera, M.Sc. Biólogo Ambiental, Universidad de Ámsterdam, Periodista de Ciencia

 

 

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4 Comentarios
  1. Gloria Muñoz Arango dice

    Y las corporaciones que hacen? Y el ministerio? ya estará listo para desviar ese dinero a otros menesteres.

  2. Jairo dice

    Excelente, hay que meterle mano, necesitamos más naturaleza, menor tecnología.

  3. Manuel López dice

    2023 vamos a elegir nuevos alcaldes, a ver si estos nuevos hacn algo sin llevarse el dinerito.

  4. Gonzalo dice

    el tema llega como anillo al dedo ahora qu ePetro habla de cero basuras.. a ver si hacen caso las autoridades .. el domingo volvió a hablar la directora del fondo mundial ..a verque ese dineritono se quede en sus bolsillos.

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